Javier Duarte y Emilio Chuayffet comiéndose el PAN

En un conocido restaurante por el rumbo de Santa Fé en la ciudad de México comieron tranquilamente Javier Duarte de Ochoa y Emilio Chuayffet Chemor. De manera discreta llegaron a este comedero después de la Sesión en el Congreso de la Unión en donde por cierto ayer jueves, los diputados veracruzanos tuvieron una buena participación. Duarte de Ochoa y Emilio Chuayffet Chemor, degustaban ricos platillos entre ellos y fiel a su amor por su estado, el cordobés pidió pescado a la veracruzana, mientras el mexiquense se decidió por un buen corte argentino, tomaron vino, agua y café veracruzano y ambos acabaron con el PAN.

Sus rostros reflejaban complicidad pero sobre todo el mismo lenguaje político, los acuerdos y alianzas fueron los grandes protagonistas. Chuayffet Chemor, quien encabeza a los diputados mexiquenses, escuchó atentamente al joven veracruzano, por cierto los gobernadores de Veracruz y el estado de México, Fidel Herrera Beltrán y Enrique Peña Nieto estuvieron presentes, las llamadas telefónicas de ambos y la plática sobre ellos, de los comensales lo hicieron posible. En la mesa de fondo sólo se contemplaban las dos figuras y un mesero, el de mayor antigüedad fue quien los atendió. En otras mesas la curiosidad y las miradas ajenas no cesaban, pero tanto Duarte como Chuayffet parecían no percatarse de ellos, ensimismados en la conversación.

Cuando llegaron los postres y el café, todo estaba dicho entre ambos y coincidieron en que antes que cualquier proyecto personal, lo importante es el Partido Revolucionario Institucional. Se le oyó decir a Emilio Chuayffet que tanto en el Estado de México como en Veracruz, el tricolor seguiría gobernando por muchos años más. “No se perderán los dos bastiones más importantes del PRI en el país”. La tarde caía en la ciudad de México, antes de despedirse Chuayffet Chemor se comió el último PAN que apenas visible todavía quedaba en la mesa, después de esto, sólo quedaron migajas que de inmediato fueron desechadas del blanco mantel sin dejar siquiera huellas, como si nunca hubieran estado allí…