(La Cronica de Hoy): La arquitectura es un arte que busca la combinación de formas abstractas y modernas para crear espacios que irradien modernidad, dice Teodoro González de León, creador de emblemáticos edificios en México como el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC-UNAM), el del Colegio de México (Colmex), y la casa matriz del Fondo de Cultura Económica, además de una centena de complejos habitacionales, embajadas y museos.
Según los expertos, el nombre de Teodoro González es inseparable del proceso de modernización de México porque sus aportaciones a la arquitectura son invaluables, sin dejar de lado al cariz moderno que le ha impreso a la ciudad. Sin embargo, para este creador de iconos tan distintos como el Museo Papalote del Niño y el complejo urbano Reforma 222, no tiene importancia esta consideración y su trabajo de cinco décadas lo resume en una frase: “Mi trabajo arquitectónico es el producto de una pasión, una forma de vida, no de un oficio”.
Explica que la arquitectura no implica el simple diseño de un edificio o de un complejo habitacional, sino la conceptualización de espacio interior más y su combinación que permitan resolver diversos problemas. “Toda arquitectura está relacionada entre espacios internos y externos. Consideremos que ésta siempre está alrededor y posibilita llenar espacios que alimentan la arquitectura, como aquel patio que sirve a esta arquitectura para alimentar de luz y la ventilación necesaria a esta habitación”.
Para el creador de espacios, vivir el presente y mantener la cabeza en los proyectos es vital, aunque eso le ha provocado el desinterés por la revisión y evolución de su trabajo. “Eso lo dejo a otras gentes. A mí sólo me interesa lo que hago ahora porque así se hace la carrera de uno, sin pensar en el pasado”.
Así que por ahora se centra en la construcción de la Torre Arcos Santa Fe, al poniente de la ciudad, que integrará parte de un desarrollo habitacional denominado City Santa Fe. Dicha torre contará con seis niveles de estacionamiento para 417 automóviles, 29 pisos de departamentos y todos los servicios modernos.
CAOS Y MODERNIDAD. En entrevista por la publicación bilingüe del libro Teodoro González de León. Obra reunida, editado por Arquine, que compila el registro fotográfico de su obra, asegura que en estos cincuenta años de trabajo su arquitectura ha cambiado mucho y explica que nunca ha sentido interés por crear algo que evoque el pasado o el México folclórico, sino se ha interesado por las formas abstractas y modernas del arte moderno.
Las ciudades se deben al azar, al diseño, al tiempo y la memoria –expresa–, pero las buenas ciudades resultan de un equilibrio entre esos cuatro factores. “En ellas, el orden del diseño propicia la libertad y la memoria urbana de sus habitantes actúa para corregir y, llegado el caso, aprovechar los efectos del tiempo.
Entonces, ¿cuál es la función del arquitecto?, se pregunta. “El trabajo de los arquitectos modernos es colocar edificios y complejos que irradien modernidad, que se noten y que desprendan su fuerza. Esa es nuestra tarea”, y desdeña que la arquitectura no puede resolver el caos de una metrópoli.
“Todas las metrópolis son caóticas. Pero la ciudad la hacemos todos, no sólo los arquitectos. Es producto de la sociedad en su conjunto, con fuerzas económicas y sociales que se combinan. El arquitecto sólo puede colocar una buena pieza que irradie un concepto pero nada más”, considera.
Finalmente, asegura que un arquitecto no elige sus obras, dado que éstas casi siempre son producto de los concursos o invitaciones a participar en proyectos, de un cliente.
Explica que la arquitectura no implica el simple diseño de un edificio o de un complejo habitacional, sino la conceptualización de espacio interior más y su combinación que permitan resolver diversos problemas. “Toda arquitectura está relacionada entre espacios internos y externos. Consideremos que ésta siempre está alrededor y posibilita llenar espacios que alimentan la arquitectura, como aquel patio que sirve a esta arquitectura para alimentar de luz y la ventilación necesaria a esta habitación”.
Para el creador de espacios, vivir el presente y mantener la cabeza en los proyectos es vital, aunque eso le ha provocado el desinterés por la revisión y evolución de su trabajo. “Eso lo dejo a otras gentes. A mí sólo me interesa lo que hago ahora porque así se hace la carrera de uno, sin pensar en el pasado”.
Así que por ahora se centra en la construcción de la Torre Arcos Santa Fe, al poniente de la ciudad, que integrará parte de un desarrollo habitacional denominado City Santa Fe. Dicha torre contará con seis niveles de estacionamiento para 417 automóviles, 29 pisos de departamentos y todos los servicios modernos.
CAOS Y MODERNIDAD. En entrevista por la publicación bilingüe del libro Teodoro González de León. Obra reunida, editado por Arquine, que compila el registro fotográfico de su obra, asegura que en estos cincuenta años de trabajo su arquitectura ha cambiado mucho y explica que nunca ha sentido interés por crear algo que evoque el pasado o el México folclórico, sino se ha interesado por las formas abstractas y modernas del arte moderno.
Las ciudades se deben al azar, al diseño, al tiempo y la memoria –expresa–, pero las buenas ciudades resultan de un equilibrio entre esos cuatro factores. “En ellas, el orden del diseño propicia la libertad y la memoria urbana de sus habitantes actúa para corregir y, llegado el caso, aprovechar los efectos del tiempo.
Entonces, ¿cuál es la función del arquitecto?, se pregunta. “El trabajo de los arquitectos modernos es colocar edificios y complejos que irradien modernidad, que se noten y que desprendan su fuerza. Esa es nuestra tarea”, y desdeña que la arquitectura no puede resolver el caos de una metrópoli.
“Todas las metrópolis son caóticas. Pero la ciudad la hacemos todos, no sólo los arquitectos. Es producto de la sociedad en su conjunto, con fuerzas económicas y sociales que se combinan. El arquitecto sólo puede colocar una buena pieza que irradie un concepto pero nada más”, considera.
Finalmente, asegura que un arquitecto no elige sus obras, dado que éstas casi siempre son producto de los concursos o invitaciones a participar en proyectos, de un cliente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario